miércoles, 2 de septiembre de 2015

URANIO - IRÁN & AMÉRICA LATINA



La bomba nuclear funciona con uranio y plutonio. El uranio es un elemento metálico químico y el plutonio un elemento químico radioactivo. Sin embargo, el uranio, ingrediente del cual requiere la bomba atómica nuclear en mayor cantidad, no tiene la capacidad de producir una reacción explosiva en su estado natural. A ese fin, éste requiere primero ser convertido en el isotopo uranio–235 para lo cual es necesario utilizar potentes máquinas centrífugas que funcionan a altísima velocidad para producir mínimas cantidades del isotopo dado el hecho de que el uranio–235 constituye solamente el 1% del uranio natural. El uranio–238 constituye el 99% del uranio natural y compone la diferencia.[1]

Para Irán, la búsqueda de uranio alrededor del mundo se ha convertido en un prolongado desvelo. Fuertemente limitada por las sanciones internacionales, la nación islámica llegó a anunciar públicamente que estaba dispuesta a negociar con quien fuera que poseyera uranio a través del planeta. Esto naturalmente aumentó las sospechas de los países occidentales y de Israel en cuanto a las verdaderas intenciones del programa nuclear iraní.


No fue por simple coincidencia que Irán ubicó vastos yacimientos del mineral en territorio latinoamericano. Mohamed El Baradei, antiguo director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), afirmó durante una visita a la región que “varios países suramericanos participaban en un proyecto regional de exploración de uranio”. Sin necesidad de recurrir a la información provista por ese organismo, la intensa búsqueda de uranio en la región se ha hecho notar.

En octubre de 2009 el presidente Hugo Chávez anunció que Irán estaba colaborando con Venezuela en la exploración y minería de depósitos de uranio encontrados en territorio venezolano. Se tiene conocimiento de que una serie de compañías operadas de manera clandestina por miembros de la Guardia Revolucionaria iraní han sido creadas para facilitar su explotación. Venezuela, según los expertos, posee uranio en reserva susceptible de ser enriquecido para fines bélicos. Chávez también hizo público el hecho de que Venezuela estaba procurando obtener la asistencia del Gobierno iraní para crear un “pueblo nuclear”.

Según cables diplomáticos de 2006 y 2009 dados a conocer por Wikileaks, Irán y Venezuela analizaron la posibilidad real de que Venezuela desarrolle su propio programa nuclear para lo cual Irán estaba ya sondeando los terrenos de los depósitos de uranio en suelo venezolano, los cuales podrían ser expropiados por Chávez si fuese necesario. Según las fuentes hay actualmente al menos 40 iraníes trabajando en el Instituto Venezolano de Geología y Minas.

Ecuador y Rusia firmaron en el año 2009 un acuerdo para el desarrollo de un programa nuclear con fines pacíficos en el país vecino. Ecuador, signatario de todos los acuerdos internacionales vigentes contra la proliferación nuclear, se ha embarcado de forma sospechosa en la búsqueda de uranio en su propio suelo. Según El Baradei de la OIEA, Ecuador hace parte del “proyecto regional” de exploración de uranio impulsado por Irán. Para el Comité de Relaciones Exteriores de los EEUU el país andino también le facilita a Irán el acceso a sus depósitos de uranio.

El Gobierno ecuatoriano, a través de su embajada en Washington, negó esta información y declaró no saber nada sobre depósitos de uranio en su país. No obstante, en 2009 la agencia AFP publicó información proveniente de autoridades ecuatorianas relativa a la intención del Ecuador de explorar yacimientos de uranio con miras a producir energía eléctrica en el país en los próximos años. Ecuador también hizo conocer sus intenciones de explotación de uranio en un encuentro sostenido en Salvador, Brasil, sobre “Desarrollo de actividades sobre el ciclo de producción de uranio” señalando cinco aéreas geográficas de posible explotación en suelo ecuatoriano.

En su visita a Oriente Medio el presidente boliviano Evo Morales declaró que Bolivia e Irán habían expresado su interés en desarrollar la cooperación en el ámbito del uso pacífico de la energía nuclear. Dentro de este marco Irán ofreció apoyar a Bolivia en el desarrollo de su programa atómico mediante la construcción de una planta nuclear en el territorio boliviano. El programa atómico de Bolivia, según el presidente Evo Morales, está destinado exclusivamente a fines pacíficos. Bolivia e Irán anunciaron igualmente su cooperación en aspectos estratégicos del área energética entre los cuales ha salido a relucir la posible explotación de uranio en suelo boliviano por parte de Irán. Países como los EEUU e Israel afirman que Bolivia, así como Venezuela, está proveyendo a Irán con uranio para el desarrollo de su programa nuclear. Mientras que el Gobierno boliviano ha negado rotunda y sistemáticamente que se esté explotando uranio en suelo boliviano, las agencias de inteligencia de EEUU e Israel alegan lo contrario.

El acceso al arma nuclear se “democratizó” con la caída del Muro de Berlín terminando así con el monopolio del que gozaron algunos pocos durante más de cuatro décadas. En cuanto la riqueza en uranio para los países que poseen yacimientos del mineral puede ser una verdadera bendición dadas las cualidades del mineral para ser utilizado con fines médicos y con propósitos de generación de energía para nuestras grandes urbes, todo apunta a que esta riqueza puede convertirse en una verdadera maldición.


IRÁN Y COREA DEL NORTE

La relación entre Irán y Corea del Norte se remonta a la Revolución Islámica de 1969 después de la cual se fundó La República Islámica de Irán. Desde ese entonces los países se han involucrado en negociaciones militares de todo tipo, incluyendo la cooperación en el área nuclear.

El Gobierno de los EEUU y muchos expertos en la materia coinciden en que Irán ha estado involucrado a fondo en los ensayos nucleares de Corea del Norte. Estos afirman que científicos iraníes han estado presentes en la mayoría de ensayos realizados por los norcoreanos en los últimos años. Existe también información que asevera que Irán ha entregado grandes sumas de dinero al país asiático con el propósito de mantener su programa nuclear activo.

El Líder Supremo de Irán Ayatolah Alí Khameini declaró públicamente su apoyo a Corea del Norte y manifestó su entusiasmo en relación con la alianza estratégica entre Irán y ese país. Tanto Irán como Corea del Norte hacen parte del famoso “Eje del mal”, nombre con el cual fueron designados Irak, Irán y Corea del Norte por parte del expresidente estadounidense G.W. Bush en 2002. Los dos países están sujetos a duras sanciones bilaterales y multilaterales y a investigaciones por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

La posibilidad de que Corea del Norte esté realizando sus lanzamientos de misiles balísticos en nombre de Irán preocupa a más de la mitad del planeta y especialmente a los EEUU e Israel. Si esta información llegara a confirmarse, Irán habrá economizado tiempo valioso habiendo realizado los ensayos balísticos de rigor con antelación. Basta un buque bien posicionado en el mar Caribe o una base de misiles en Venezuela para amenazar a los EEUU con el arma suprema con la que éste destruyó Hiroshima y Nagasaki en 1945. El Estado de Israel, de su lado, dice estar preparado para el temido momento.

martes, 4 de agosto de 2015

AMÉRICA LATINA Y LA ENERGÍA NUCLEAR


El aparente aislamiento histórico de América Latina con respecto al resto del mundo ha llegado a su fin. En cuanto países como Argentina y Brasil ya generan energía nuclear para uso doméstico desde hace varias décadas, solo ahora se ven los primeros signos de que la región hará ineludiblemente parte de la prolongada carrera armamentista nuclear que azota al mundo desde el siglo pasado.

En lo que respecta la producción nuclear para fines pacíficos, los planes de expansión de América Latina en el área nuclear son ambiciosos. Brasil y Argentina pretenden triplicar sus fuentes de energía nuclear para la generación de electricidad en cuanto que países como Méjico, Chile, Uruguay y Venezuela se han igualmente embarcado en importantes proyectos de construcción de reactores nucleares en su territorio. El interés principal de la mayoría de estos países es encontrar alternativas a la enorme dependencia de la cada vez más errática energía hidroeléctrica.

En febrero de 2012 el Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon, en el estilo habitual pseudoeclesiástico de la ONU, aclamó los resultados del Tratado de Tlatelolco de 1967 (ver recuadro al final del capítulo) durante la celebración de los cuarenta años de existencia del acuerdo.  Ban Ki-Moon claramente olvidó mencionar investigaciones de su propia organización en relación con la obtención de energía nuclear para fines bélicos por parte de varios países de la región. En todo caso poco podrá hacer la inofensiva ONU ante la posibilidad de que la región entera termine por verse obligada a hacerse al arma suprema tarde o temprano.



“Algún día, alguien va a tener que comenzar a hablar de lo que nos pasará a todos nosotros dentro de una década si dejamos a los norcoreanos y a los iraníes llevar adelante sus programas de armamento nuclear”

Lawrence Eagleburger


EL EJE NUCLEAR TEHERÁN - CARACAS

Desde el año 2005 Chávez hizo pública su intención de desarrollar energía nuclear en Venezuela. Rusia y Venezuela firmaron un acuerdo de cooperación en materia de fusión termonuclear controlada, seguridad de instalaciones nucleares y desarrollo, construcción y puesta en servicio de los reactores experimentales y centrales atómicas. La compañía rusa a cargo del proyecto es la compañía Atomstroyexport la cual también construyó la planta nuclear de Bushehr en Irán. Durante la ceremonia de firma de dicho acuerdo tanto Chávez como el presidente ruso Vladimir Putin pusieron énfasis en el hecho de que la cooperación entre los dos países no buscaba producir una bomba atómica, sino por el contrario, abastecer las necesidades energéticas de Venezuela “porque el petróleo no durará para siempre”. Putin añadió, “no vamos a hacer una bomba atómica, entonces no nos molesten como lo hacen con Irán”.  

Si lugar a duda el más peligroso de los vínculos entre Chávez y Ahmadinejad fue el vínculo nuclear. Después de firmar acuerdos de cooperación en el área de la energía nuclear los dos Jefes de Estado llegaron inclusive a bromear acerca de sus intenciones de producir “una gran bomba atómica”, satirizando la oposición de los EEUU al desarrollo de energía nuclear por parte de Irán. Chávez acusó públicamente a los EEUU de utilizar argumentos falsos en relación con el programa nuclear iraní… “así como utilizaron la excusa de las armas de destrucción masiva para hacer lo que hicieron en Irak”. Chávez añadió que cuando los dos líderes se reunían “los diablos se enloquecían”, burlándose de las advertencias hechas por los EEUU a las naciones latinoamericanas que cooperaban con Irán.

En abril de 2008 Venezuela e Irán firmaron un acuerdo en el cual los dos países se comprometían a cooperar de manera estrecha en materia militar y de defensa. En ese mismo acuerdo se concretó la cooperación en el campo de la tecnología nuclear y de energías alternativas de tipo pacífico. Poco después el Gobierno venezolano envió de manera oficial un documento a la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) -titulado “Introducción de un Programa de Energía Nuclear”.

Entre los acuerdos alcanzados por Venezuela e Irán la publicación alemana Die Welt sacó a relucir el acuerdo para la construcción de una base militar conjunta que incluiría capacidades para el lanzamiento de misiles balísticos de mediano alcance. Esta base habilitaría a Venezuela para realizar lanzamientos ofensivos con ojivas nucleares en casi toda Latinoamérica y según los expertos, estos también podrían alcanzar el territorio de los EEUU. 

La agencia de noticias Reuters informó que Venezuela estaba construyendo drones no tripulados o “aviones espía” con la cooperación técnica de los iraníes. Hugo Chávez dijo que los drones estaban destinados exclusivamente a la defensa del territorio nacional venezolano y que era con ese mismo fin que su país recibía ayuda militar “de sus aliados Rusia y China”.



COOPERACIÓN BRASIL - IRÁN EN EL ÁREA NUCLEAR

Brasil posee un programa de energía nuclear avanzado que data de los años cincuenta el cual se ha beneficiado en diferentes etapas de su evolución del apoyo de Francia, Alemania y los EEUU. La construcción de los reactores nucleares que Brasil utiliza hoy para generar energía doméstica fue motivada por la rivalidad que sostuvo este país con Argentina durante los mandatos militares de las décadas de los setenta y los ochenta.

El programa de energía nuclear del Brasil provee alrededor de 3% de su electricidad doméstica y el Gobierno brasileño tiene intenciones de expandirlo debido a su alto grado de dependencia del poder hidroeléctrico el cual representa alrededor de tres cuartas partes del total de energía generada en el país. Según el Gobierno, el poder hidroeléctrico representa un grave riesgo energético por su alto grado de vulnerabilidad debido a los cambios climáticos.

Se sabe que en las décadas de los setenta y los ochenta el Gobierno militar brasilero realizó planes secretos para desarrollar la bomba atómica. Brasil más tarde renunció a ese proyecto gracias a un acuerdo firmado con Argentina con la intermediación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en el cual los dos países convenían que sus respectivos programas nucleares debían ser orientados exclusivamente hacia fines pacíficos.

Con la llegada del presidente Lula al poder las cosas empezaron a cambiar. A pesar de que Brasil no tenía problemas con ninguno de sus vecinos, en la Estrategia Nacional de Defensa hecha pública por Lula a finales de 2008 se hacía referencia al control de áreas marítimas, a la proyección de poder y al financiamiento y desarrollo de un submarino nuclear.  El argumento de la necesidad de mejorar su capacidad defensiva mediante la costosísima adquisición del sumergible generó recelo tanto a nivel nacional como a nivel internacional, sobre todo debido al hecho de que Brasil se ha caracterizado por ser un país de tradiciones pacíficas desde la época de su independencia.[1] Brasil ocupa el quinto lugar en el mundo en lo que respecta a yacimientos de uranio y posee un grado significativo de autonomía con respecto al asunto nuclear que incluye la posibilidad del enriquecimiento del elemento químico.



Argentina es en la actualidad un productor y proveedor de energía nuclear de tipo pacífico a nivel mundial. El país ha exportado su tecnología en materia nuclear a países vecinos como el Perú y a otros países como Argelia, Egipto y Australia. El programa argentino de transferencia tecnológica en el área nuclear incluye un robusto componente de formación de recursos humanos considerado por muchos como uno de sus mayores atributos.

Antes de los atentados de la década de los noventa Argentina e Irán cooperaban activamente en el área nuclear. En ese tiempo se discutía la formación de científicos iraníes en el Instituto Nuclear argentino y la construcción de una planta de fabricación de combustible para Irán. Esta cooperación fue abruptamente interrumpida después de los atentados de 1994 en Buenos Aires. 

En el año 2002 Teherán intentó reabrir el dossier nuclear con Argentina pero la propuesta no tuvo buena acogida en Buenos Aires. Unos años más tarde, en 2007, Hugo Chávez habría interferido por primera vez ante Cristina Kirchner para que ésta aceptara el que Irán pudiese beneficiarse del programa de transferencia tecnológica argentino. Más adelante, en 2009, Ahmadinejad anunció públicamente la voluntad de Irán de adquirir combustible nuclear “de cualquier proveedor, incluyendo a Argentina”.

La reanudación del diálogo entre Argentina e Irán no tuvo buena acogida por parte de los EEUU y menos aún por parte de Israel. Estos no solamente temían que la presidenta Kirchner, en función de otros intereses de Estado, decidiera pasar la página de forma sumaria en relación con el asunto irresoluto de los atentados del 94. Los EEUU e Israel desconfiaban también de las inquietantes implicaciones estratégicas que podían surgir de este furtivo y sospechoso reencuentro. De otro lado estaban además la reafirmación de las relaciones de la República Argentina con los demás aliados de Irán en la región, a saber, Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua y la resurrección de la cooperación de los dos países en el área nuclear, las cuales generaron también mucha preocupación.

El Comité de Relaciones exteriores de la cámara baja de los EEUU pidió al presidente Obama que se hiciera una investigación exhaustiva sobre el estatus de una posible cooperación nuclear entre Argentina e Irán en la cual Venezuela jugaría el papel de interlocutor. En su pedido el comité hizo referencia a reportes del año 2007 en los que se afirmaba que el presidente de Irán había solicitado la intercesión del presidente venezolano Hugo Chávez para permitir que Irán tuviera acceso a la tecnología nuclear argentina.




Dejando atrás antagonismos del pasado, Argentina y Brasil convinieron crear una entidad binacional cuya misión principal es la de establecer de manera conjunta un programa militar que incluye un importante componente nuclear. El Programa Nuclear Conjunto de Brasil y Argentina es un acuerdo energético lanzado por Cristina Kirchner y Luis Ignacio Lula da Silva para la construcción de una planta de producción de uranio enriquecido y para el desarrollo de un submarino nuclear. En este proyecto Argentina aporta su experiencia técnica para la fabricación de un reactor nuclear que servirá para la propulsión de la nave submarina. Brasil, de su lado, está encargado de la fabricación de los componentes no nucleares del sumergible utilizando tecnología proporcionada por el Gobierno de Francia y de la provisión de combustible atómico para su funcionamiento. Según el Gobierno brasilero el programa está orientado a objetivos civiles que comprenden el plan de utilizar los avances tecnológicos ligados al programa para el suministro de energía de las grandes ciudades mediante la construcción de poderosas centrales eléctricas.

miércoles, 1 de julio de 2015

EL EJE NUCLEAR TEHERÁN - CARACAS



Desde el año 2005 Chávez hizo pública su intención de desarrollar energía nuclear en Venezuela. Rusia y Venezuela firmaron un acuerdo de cooperación en materia de fusión termonuclear controlada, seguridad de instalaciones nucleares y desarrollo, construcción y puesta en servicio de los reactores experimentales y centrales atómicas. La compañía rusa a cargo del proyecto es la compañía Atomstroyexport la cual también construyó la planta nuclear de Bushehr en Irán. Durante la ceremonia de firma de dicho acuerdo tanto Chávez como el presidente ruso Vladimir Putin pusieron énfasis en el hecho de que la cooperación entre los dos países no buscaba producir una bomba atómica, sino por el contrario, abastecer las necesidades energéticas de Venezuela “porque el petróleo no durará para siempre. Putin añadió, “no vamos a hacer una bomba atómica, entonces no nos molesten como lo hacen con Irán”.  

Si lugar a duda el más peligroso de los vínculos entre Chávez y Ahmadinejad fue el vínculo nuclear. Después de firmar acuerdos de cooperación en el área de la energía nuclear los dos Jefes de Estado llegaron inclusive a bromear acerca de sus intenciones de producir “una gran bomba atómica, satirizando la oposición de los EEUU al desarrollo de energía nuclear por parte de Irán. Chávez acusó públicamente a los EEUU de utilizar argumentos falsos en relación con el programa nuclear iraní… “así como utilizaron la excusa de las armas de destrucción masiva para hacer lo que hicieron en Irak”. Chávez añadió que cuando los dos líderes se reunían “los diablos se enloquecían”, burlándose de las advertencias hechas por los EEUU a las naciones latinoamericanas que cooperaban con Irán.




En abril de 2008 Venezuela e Irán firmaron un acuerdo en el cual los dos países se comprometían a cooperar de manera estrecha en materia militar y de defensa. En ese mismo acuerdo se concretó la cooperación en el campo de la tecnología nuclear y de energías alternativas de tipo pacífico. Poco después el Gobierno venezolano envió de manera oficial un documento a la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) -titulado “Introducción de un Programa de Energía Nuclear”.

Entre los acuerdos alcanzados por Venezuela e Irán la publicación alemana Die Welt sacó a relucir el acuerdo para la construcción de una base militar conjunta que incluiría capacidades para el lanzamiento de misiles balísticos de mediano alcance. Esta base habilitaría a Venezuela para realizar lanzamientos ofensivos con ojivas nucleares en casi toda Latinoamérica y según los expertos, estos también podrían alcanzar el territorio de los EEUU. 

La agencia de noticias Reuters informó que Venezuela estaba construyendo drones no tripulados o “aviones espía con la cooperación técnica de los iraníes. Hugo Chávez dijo que los drones estaban destinados exclusivamente a la defensa del territorio nacional venezolano y que era con ese mismo fin que su país recibía ayuda militar “de sus aliados Rusia y China.










martes, 23 de junio de 2015

EL PLAN MAESTRO - INTRODUCCIÓN

La cacofonía que provoca la suma de gritos y opiniones discordes de expresidentes, partidos, congresistas, empresarios, periodistas y la sociedad civil en relación con el Proceso de Paz con las FARC, es ensordecedora, turbadora y patética. Las razones de este patetismo no se limitan a la plétora de argumentos –algunos más válidos que otros- que apoyan o desvirtúan los esfuerzos del Gobierno de turno para alcanzar la paz. Éstas residen por fuera de los confines de nuestro país y de nuestro subcontinente y se alimentan del provincialismo con el cual Gobiernos sucesivos se han ocupado de nuestros asuntos internacionales. 

La ignorancia de los verdaderos alcances de la globalización política se perfila como el mal más perjudicial que acecha a América Latina en el Siglo XXI. La óptica esencialmente localista de nuestro razonamiento político permite el avance lento, sigiloso y certero de un futuro -no muy lejano- en el que el país se verá expuesto a niveles de inestabilidad y violencia sin precedente. Creemos haber visto todas las expresiones más extremas de la violencia -sea a raíz de la lucha política o del azote del terrorismo y el narcotráfico–.  Al parecer e infelizmente, nos espera aún más. Mucho más.  

En palabras de Xunzi, gran filósofo de la antigua China y revolucionario del racionalismo de Confucio: “Para lograr entender adecuadamente el gran panorama, todos deberían temer el nublarse y obsesionarse con tan solo una pequeña parte de la verdad”. La obsesión de cada quien por ser dueño de la razón está empañando el cristal que encubre un fenómeno de dimensiones muchísimo mayores y pocos logran conectar los puntos que revelan el engendro monstruoso que se nos aproxima.

Mientras nos arrancamos los cabellos los unos a los otros aquí en casa y desperdiciamos de manera fatídica lo poco que nos queda del invaluable tesoro de poder opinar con libertad, países exóticos y lejanos con propósitos globalizantes y nefastos dan grandes pasos con sigilo y silencio y se alojan en las entrañas mismas de nuestra América Latina. Ese posicionamiento lo acompañan temibles y amenazadoras alianzas transnacionales que incluyen países reconocidos por su apoyo al crimen y al terror, organizaciones terroristas internacionales, carteles de narcotráfico y otros actores del submundo criminal global. Y en cuanto esto ocurre, América Latina -producto de su ingenuidad e irreflexión- se está dejando emplazar de manera incauta y cándida en medio de –probablemente– el mayor conflicto internacional del Siglo XXI.

Nos enteramos, por lo general con cierto asombro, sobre las relaciones de Venezuela con la República Islámica de Irán, sobre las relaciones de las FARC con el temible grupo extremista islámico Al Qaeda, sobre la transferencia de tecnología nuclear a países vecinos a través del Canal de Panamá o sobre la creciente presencia de grupos extremistas islámicos en la región. Asimismo, intentamos seguir de cerca asuntos como las espinosas relaciones de Venezuela con los EEUU, la dolorosa pérdida de mar en el Caribe y la eterna lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Rara vez, sin embargo, tomamos la distancia necesaria para unir los puntos y armar el rompecabezas de la monstruosa calamidad que se nos viene encima. Una serie de eventos concurrentes y aparentemente desconectados pasa por el frente de nuestras narices conformando de manera paulatina e inequívoca la peor amenaza que Colombia jamás haya conocido.

En efecto, la aparente desconexión entre todos estos hechos no es tal. Bien al contrario, existe una correlación patente y real desde el punto de vista de la geopolítica global. De manera reservada e infame naciones lejanas de credos y culturas foráneas incurren e inciden más y más en la vida de cada uno de los colombianos. Estados distantes, bien acuartelados a bordo de la globalización subterránea, están forjando alianzas antes inconcebibles con la roña política y con la todopoderosa hampa del subcontinente y del país.  Sus intenciones -como veremos más adelante- no solo son muy serias sino que además su cometido es ineluctable, inaplazable e ineludible. En cuanto a los medios para lograrlo, estos son a la vez desmedidos y siniestros.  




Se gesta así el “Plan Maestro”: una sombría maquinación internacional que se organiza desde hace algunos años con designios verdaderamente macabros y cuyo objetivo mayor es el de nivelar el terreno de batalla entre los EEUU y sus principales antagonistas, mediante la implantación del arma nuclear en territorio  latinoamericano.  Los principales integrantes de esta confabulación son la República Islámica de Irán, Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Bolivia y, en lo que concierne a Colombia, las FARC. No es difícil imaginar las consecuencias de una Venezuela Nuclear y unas FARC disponiendo de su absoluto respaldo.


 ‘Si lo único que se posee es un martillo, se tiende a ver todo problema como una puntilla’

Abraham Maslow


En la tentativa de definir una estructura adecuada para revelar la monstruosa silueta del Plan Maestro, tsunami amordazado que se nos acerca de forma silente e inadvertida, juzgué indicado extenderle dos amables invitaciones al lector. La primera es la de invitarle a armar un rompecabezas. Se trata de un rompecabezas sencillo, de pocas piezas y como la mayoría de los acertijos, de gran elocuencia una vez haya sido concluido. Lamentablemente nuestro rompecabezas no cuenta con un dibujo de referencia en el cual sea posible ver de antemano los picos nevados de los hermosísimos y forasteros Alpes europeos, acompañados de un reflejante lago lleno de blanquísimos y diáfanos cisnes. Decidí entonces que era mejor dejarle esta tarea al lector y permitir así que ésta o éste ilustren su propia estampa, con tonalidades y matices propios. Lo que sí puedo asegurarles de antemano es que la obra final no tendrá nada de diáfano.

La segunda invitación consiste en viajar en un globo aerostático a altitudes antes impensadas con la mera intención de observar la realidad de nuestra Colombia de manera más despejada y lejos de la algarabía local que parece no hacer más que confundir e impedir que veamos el alarmante y peligrosísimo más allá. Convido entonces al lector a embarcarse en una gran excursión que lo transportará a países exóticos, polvorientos y lejanos que en apariencia tienen muy poco o nada que ver con el nuestro. Territorios tan, tan distantes, que a duras penas sabemos ubicarlos en un mapa y cuyas costumbres muchas veces consideramos remotas, arcaicas, fanáticas e inconcebibles. Países que aunque pocos nos percatemos están ya conspirando y maniobrando entre y contra nosotros con la ayuda traicionera y pérfida de aquellos con los que queremos realizar nuestra anhelada paz.

Cuando nuestro globo alcance la elevación indicada el lector podrá distinguir de manera manifiesta y patente la escabrosa red que opera en los confines del submundo criminal transnacional y el andamiaje que se construye para la ejecución del Plan Maestro. Esta red patibularia, cuyo común denominador es el antiamericanismo, actúa en concierto y en función de metas de largo alcance tanto en el tiempo como en el espacio. Y en cuanto lo que prima es la lucha antiimperialista, cada uno de los secuaces del siniestro plan pretende obtener dividendos afines con sus propios objetivos “supremos”.

Desde los cielos veremos cómo los países de América Latina se inscriben en una carrera armamentista sin precedente con la primicia de la llegada del arma nuclear a la región. Brasil se hace a un submarino nuclear, Venezuela construye bases de misiles con la ayuda de Irán y Cuba y buques fantasmas norcoreanos transitan por el Caribe y por el Canal de Panamá. Ecuador invita a los iraníes a custodiar su frontera norte con Colombia y Nicaragua logra victorias estratégicas en el Caribe.

En cuanto todo esto ocurre, organizaciones terroristas islámicas como Hezbollah y Al Qaeda se implantan en nuestra región, se involucran en el tráfico de drogas y se alían a grupos narcoterroristas como los carteles mejicanos y las FARC. Con células esparcidas por todo el subcontinente desde hace décadas, estos grupos han logrado avances considerables en su campaña proselitista islámica habiendo convertido incluso a algunos de nuestros propios indígenas Wayuu.  

El Plan Maestro vincula a las FARC y otros grupos narcoterroristas del subcontinente con los grupos extremistas del terror islámico de Oriente Medio y se apoya en los Gobiernos de varios países de la región con base en el cometido común de oponerse a los EEUU a partir de su propio “patio trasero”. Al mando de esta siniestra alianza están Cuba, Venezuela y la República Islámica de Irán y en el trasfondo yace el arma suprema: la bomba nuclear.

Colombia, como principal aliado de EEUU en la región, hasta el punto de haber sido llamado el Israel de América Latina, constituye sin lugar a dudas un gran obstáculo para esta temible conspiración. A Colombia es necesario neutralizarlo en el momento indicado y nadie mejor para hacerlo que las FARC, un movimiento armado bien implantado ya a través de todo el territorio nacional que cuenta con el firme respaldo de los cerebros principales del funesto y ominoso Plan Maestro.

Para las FARC ya no se trata tan solo de aprovechar este nuevo Proceso de Paz para rearmarse o para facilitar el tráfico de drogas, armas, minerales ilegales y otros. El propósito fundamental de las FARC es el de “hacer tiempo” para permitir la gestación del Plan Maestro del cual, como veremos, éstas constituyen un importantísimo eslabón. Y si de esto se trata, todo indica que lo están logrando.

En efecto, más que un obstáculo, nuestro país parece haberse constituido en una especie de aliado involuntario. Las consecuencias del Proceso de Paz, del triunfalismo infundado y de la ambigüedad de la política exterior del Gobierno Santos están entregando de manera atolondrada a Colombia a los propósitos de la temible maquinación y constituyen al país -de manera lenta e inadvertida- en parte integrante del escabroso esquema. A través de su política de buena vecindad a cualquier costo y de graves deslices internacionales como el de la histórica pérdida de mar en el Caribe, Colombia se entrega en bandeja de plata a los planes políticos y estratégicos del siniestro complot.

En este contexto es difícil imaginar una mejor oportunidad que la que le ofrece el Proceso de Paz del Gobierno Santos a las FARC para distraer a Colombia. Con la desfachatez y la ignominia que caracteriza a la organización narcoterrorista, ésta disfruta de la gran oportunidad que le ofrecen las negociaciones de La Habana para aportar su tributo inicial al Plan Maestro. Los negociadores insisten en que no deben existir límites de tiempo para lograr la paz y dilatan al máximo los diálogos mientras instigan otras artimañas de distracción como el paro minero y el Catatumbo. A la luz del Plan Maestro este nuevo Proceso de Paz no solo constituye un esfuerzo peligroso y desatinado sino además uno de irreparable perjuicio para el futuro del país.

Para amenizar un tanto nuestra travesía me permitiré realizar algunas escalas en lugares de interés general y me detendré en algunos personajes distinguidos. Todo lo demás queda por cuenta del pasajero. De lo que no me queda duda de antemano es que el Plan Maestro ya está en obra y de que es propicio saber que el grupo élite de la siniestra globalización subterránea no respeta credo ni moral alguna. Por el contrario, éste enaltece aún más al ilustre y pródigamente citado Niccolò di Bernardo dei Machiavelli en lo que a medios y fines respecta. Ahora todo vale, sin excepción.





sábado, 20 de junio de 2015

LA CONEXIÓN AFRICANA ( THE AFRICA CONNECTION )

La Ruta Africana, a través de África del Oeste, surgió principalmente debido al abuso que se había hecho de la ruta Nigeria-Benín por la cual se había inaugurado el narcotráfico en el África décadas atrás. Su auge se le atribuye más que todo a la explosión del consumo y de la demanda de droga en Europa.

A mediados de la década pasada el envío de embarques de droga a través de la región del Sahel surgió como ruta alternativa en donde la droga hace escala para su posterior envío a Europa. A los pioneros del tráfico de cocaína -Nigeria y Benín- se les sumaron en los últimos años Senegal, Guinea y Guinea Bissau, Cabo Verde y Gambia, entre otros países del continente africano. Los encargados de que la droga transite hacia Europa son Hezbollah, Al Qaeda y otros grupos extremistas islámicos en coordinación con las FARC 2000 y otras organizaciones del narcotráfico de América Latina. El hecho de que la mayor parte de la región del Sahel sea de fe musulmana ha naturalmente contribuido a la penetración de grupos extremistas islámicos en la región. 




Aprovechando la debilidad de los Gobiernos de África del Oeste y la capacidad para corromper las más altas esferas del poder en países que se ubican entre los primeros del mundo en términos de pobreza, las FARC 2000 estiraron sus tentáculos por varios países del continente africano. Las economías de países como Guinea se convirtieron en verdaderas narco-economías en las cuales la participación de los Gobiernos y de los aparatos militares es instrumental e irrefutable (ver recuadro). 

La reciente crisis en la República de Malí provocada por la intrusión de Al Qaeda del Magreb y de los Tuaregs (población autóctona del Magreb), urgió el envío de tropas francesas al continente africano y sacó a relucir la amenaza del nuevo fenómeno de los narco yihadistas. En los países donde estos operan se ha establecido la ley de Sharia o ley islámica, y se vigila de cerca su cumplimiento. Los narco yihadistas han llegado a acuerdos con los carteles del narcotráfico latinoamericanos, incluyendo a las FARC, para proteger los cargamentos de cocaína, heroína y drogas sintéticas que provienen de puertos venezolanos, destinados al mercado europeo. El auge de esta ruta se evidencia por el aumento exponencial del consumo de cocaína en Europa mientras que las cifras indican que en los EEUU éste se ha estabilizado.