La bomba nuclear funciona con uranio y plutonio. El uranio es un elemento metálico químico y el plutonio un elemento químico radioactivo. Sin embargo, el uranio, ingrediente del cual requiere la bomba atómica nuclear en mayor cantidad, no tiene la capacidad de producir una reacción explosiva en su estado natural. A ese fin, éste requiere primero ser convertido en el isotopo uranio–235 para lo cual es necesario utilizar potentes máquinas centrífugas que funcionan a altísima velocidad para producir mínimas cantidades del isotopo dado el hecho de que el uranio–235 constituye solamente el 1% del uranio natural. El uranio–238 constituye el 99% del uranio natural y compone la diferencia.[1]
Para Irán, la búsqueda de uranio alrededor del mundo se ha convertido en un prolongado desvelo. Fuertemente limitada por las sanciones internacionales, la nación islámica llegó a anunciar públicamente que estaba dispuesta a negociar con quien fuera que poseyera uranio a través del planeta. Esto naturalmente aumentó las sospechas de los países occidentales y de Israel en cuanto a las verdaderas intenciones del programa nuclear iraní.
No fue por simple coincidencia que Irán ubicó vastos yacimientos del mineral en territorio latinoamericano. Mohamed El Baradei, antiguo director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), afirmó durante una visita a la región que “varios países suramericanos participaban en un proyecto regional de exploración de uranio”. Sin necesidad de recurrir a la información provista por ese organismo, la intensa búsqueda de uranio en la región se ha hecho notar.
En octubre de 2009 el presidente Hugo Chávez anunció que Irán estaba colaborando con Venezuela en la exploración y minería de depósitos de uranio encontrados en territorio venezolano. Se tiene conocimiento de que una serie de compañías operadas de manera clandestina por miembros de la Guardia Revolucionaria iraní han sido creadas para facilitar su explotación. Venezuela, según los expertos, posee uranio en reserva susceptible de ser enriquecido para fines bélicos. Chávez también hizo público el hecho de que Venezuela estaba procurando obtener la asistencia del Gobierno iraní para crear un “pueblo nuclear”.
Según cables diplomáticos de 2006 y 2009 dados a conocer por Wikileaks, Irán y Venezuela analizaron la posibilidad real de que Venezuela desarrolle su propio programa nuclear para lo cual Irán estaba ya sondeando los terrenos de los depósitos de uranio en suelo venezolano, los cuales podrían ser expropiados por Chávez si fuese necesario. Según las fuentes hay actualmente al menos 40 iraníes trabajando en el Instituto Venezolano de Geología y Minas.
Ecuador y Rusia firmaron en el año 2009 un acuerdo para el desarrollo de un programa nuclear con fines pacíficos en el país vecino. Ecuador, signatario de todos los acuerdos internacionales vigentes contra la proliferación nuclear, se ha embarcado de forma sospechosa en la búsqueda de uranio en su propio suelo. Según El Baradei de la OIEA, Ecuador hace parte del “proyecto regional” de exploración de uranio impulsado por Irán. Para el Comité de Relaciones Exteriores de los EEUU el país andino también le facilita a Irán el acceso a sus depósitos de uranio.
El Gobierno ecuatoriano, a través de su embajada en Washington, negó esta información y declaró no saber nada sobre depósitos de uranio en su país. No obstante, en 2009 la agencia AFP publicó información proveniente de autoridades ecuatorianas relativa a la intención del Ecuador de explorar yacimientos de uranio con miras a producir energía eléctrica en el país en los próximos años. Ecuador también hizo conocer sus intenciones de explotación de uranio en un encuentro sostenido en Salvador, Brasil, sobre “Desarrollo de actividades sobre el ciclo de producción de uranio” señalando cinco aéreas geográficas de posible explotación en suelo ecuatoriano.
En su visita a Oriente Medio el presidente boliviano Evo Morales declaró que Bolivia e Irán habían expresado su interés en desarrollar la cooperación en el ámbito del uso pacífico de la energía nuclear. Dentro de este marco Irán ofreció apoyar a Bolivia en el desarrollo de su programa atómico mediante la construcción de una planta nuclear en el territorio boliviano. El programa atómico de Bolivia, según el presidente Evo Morales, está destinado exclusivamente a fines pacíficos. Bolivia e Irán anunciaron igualmente su cooperación en aspectos estratégicos del área energética entre los cuales ha salido a relucir la posible explotación de uranio en suelo boliviano por parte de Irán. Países como los EEUU e Israel afirman que Bolivia, así como Venezuela, está proveyendo a Irán con uranio para el desarrollo de su programa nuclear. Mientras que el Gobierno boliviano ha negado rotunda y sistemáticamente que se esté explotando uranio en suelo boliviano, las agencias de inteligencia de EEUU e Israel alegan lo contrario.
El acceso al arma nuclear se “democratizó” con la caída del Muro de Berlín terminando así con el monopolio del que gozaron algunos pocos durante más de cuatro décadas. En cuanto la riqueza en uranio para los países que poseen yacimientos del mineral puede ser una verdadera bendición dadas las cualidades del mineral para ser utilizado con fines médicos y con propósitos de generación de energía para nuestras grandes urbes, todo apunta a que esta riqueza puede convertirse en una verdadera maldición.
IRÁN Y COREA DEL NORTE
La relación entre Irán y Corea del Norte se remonta a la Revolución Islámica de 1969 después de la cual se fundó La República Islámica de Irán. Desde ese entonces los países se han involucrado en negociaciones militares de todo tipo, incluyendo la cooperación en el área nuclear.
El Gobierno de los EEUU y muchos expertos en la materia coinciden en que Irán ha estado involucrado a fondo en los ensayos nucleares de Corea del Norte. Estos afirman que científicos iraníes han estado presentes en la mayoría de ensayos realizados por los norcoreanos en los últimos años. Existe también información que asevera que Irán ha entregado grandes sumas de dinero al país asiático con el propósito de mantener su programa nuclear activo.
El Líder Supremo de Irán Ayatolah Alí Khameini declaró públicamente su apoyo a Corea del Norte y manifestó su entusiasmo en relación con la alianza estratégica entre Irán y ese país. Tanto Irán como Corea del Norte hacen parte del famoso “Eje del mal”, nombre con el cual fueron designados Irak, Irán y Corea del Norte por parte del expresidente estadounidense G.W. Bush en 2002. Los dos países están sujetos a duras sanciones bilaterales y multilaterales y a investigaciones por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La posibilidad de que Corea del Norte esté realizando sus lanzamientos de misiles balísticos en nombre de Irán preocupa a más de la mitad del planeta y especialmente a los EEUU e Israel. Si esta información llegara a confirmarse, Irán habrá economizado tiempo valioso habiendo realizado los ensayos balísticos de rigor con antelación. Basta un buque bien posicionado en el mar Caribe o una base de misiles en Venezuela para amenazar a los EEUU con el arma suprema con la que éste destruyó Hiroshima y Nagasaki en 1945. El Estado de Israel, de su lado, dice estar preparado para el temido momento.